El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, recibió esta noche los peores cacerolazos de su mandato en las principales ciudades del país durante el discurso por cadena nacional que ofreció para destacar el crecimiento económico del primer trimestre, la vacunación contra el coronavirus, fustigar las cuarentenas y defender la organización de la Copa América. Las regiones centrales y periféricas de San Pablo, mayor ciudad de Brasil y de Sudamérica, registraron cacerolazos durante los menos de cinco minutos del pronunciamiento, según mostraron los medios brasileños.
Lo mismo ocurrió en vastas regiones de Río de Janeiro, Belo Horizonte, Brasilia, Porto Alegre, Salvador, Recife y otras capitales estaduales, de acuerdo a CNN Brasil, BandNews y GloboNews, las tres principales cadenas de noticias de televisión por cable. El mayor cacerolazo de la gestión de Bolsonaro ocurrió apenas cuatro días después de las manifestaciones masivas opositoras que reclamaron su renuncia y cuando Brasil registró 95.000 contagiados en un día, récord desde el 25 de marzo pasado, mientras ocurría el colapso hospitalario. Bolsonaro hizo la cadena nacional para informar que el Ministerio de Salud entregó 100 millones de vacunas a estados y municipios. "Todos los brasileños que lo deseen, este año, serán vacunados", dijo el mandatario.
El jefe del Estado cargó contra las cuarentenas y medidas de prevención contra el contagio del virus y dijo que su gobierno no es responsable por el desempleo y la falta de comida en la mesa de los brasileños. "No obligamos a nadie a quedarse en su casa, mi gobierno no cerró el comercio, no cerró iglesias o escuelas o le sacó el sustento a millones de trabajadores informales", dijo el mandatario, quien destacó el auxilio de emergencia dado a los más pobres en la pandemia el año pasado.
También celebró el aumento de la economía del 1,2% en el primer trimestre respecto del último de 2020: "Nuestro PBI tiene una proyección de crecimiento mayor a 4% este año", dijo. Bolsonaro está siendo investigado por una comisión del Senado debido a que rechazó ofertas de vacunas y apostó por remedios como la cloroquina, un antipalúdico, como política pública para animar a las personas a salir a las calles.
Brasil tiene más de 467.000 muertos por la pandemia y está al borde de una tercera ola con gran parte del país en situación de ocupación crítica de camas de UTI. Bolsonaro dijo que Brasil entrará en la "elite" de los cinco países que producen insumos para la vacuna, al citar el acuerdo de Fiocruz, laboratorio público, con AstraZeneca.
El mandatario señaló además que "siguiendo el mismo protocolo de la Copa Libertadores, las Eliminatorias para el Mundial, aceptamos la realización,en Brasil, de la Copa América". Y agregó que el país tiene dos problemas, que es el sanitario y el desempleo y que su gabinete está alineado contra las cuarentenas, al decir que sus ministros defienden como máximo valor a "la libertad".
Fuente: Télam