La retadora de la provincia de Santa Fe cayó ante la portorriqueña, que defendió sus títulos pluma CMB, OMB e IBO de local y se llevó la victoria por la vía rápida. No obstante, la argentina demostró lo que vale.
La encomiable guapeza de la santafesina Daniela Bermúdez fue insuficiente para superar a una gran campeona como la puertorriqueña Amanda Serrano y se frustró anoche su sueño de alcanzar los títulos pluma CMB, OMB e IBO, pero su actuación estuvo la altura de la pelea más importante de su vida, más allá del nocaut que sufrió en el noveno round.
El combate realizado en Plaza del Quinto Centenario, en San Juan de Puerto Rico, entre la mejor pugilista argentina de la actualidad y una de las 10 mejores libra por libra del mundo, hizo honor a un viejo axioma que dice que entre dos boxeadores buenos siempre gana el más grande.
Decisiva desventaja en el alcance de brazos
Y es que Bermúdez dio ventajas de tamaño, alcance de brazos y contextura física con tal de tener esta oportunidad y las mismas fueron decisivas a la hora del combate. Solo en el pesaje (56,609 kilos para la argentina, 56, 699 para la boricua) hubo paridad.
Serrano no sólo es una boxeadora más completa sino que proviene de categorías superiores porque tiene facilidad para bajar y subir de peso, en contraste con Bermúdez, que reinó en categorías más chicas.
El deseo de lograr su cuarta corona mundial en distintas categorías, tras ser monarca supermosca OMB y AMB, gallo OMB y AMB y supergallo OMB y FIB (título que todavía ostenta), la llevaron a aceptar la pelea que podía convertirla en la primera argentina en conseguirlo, aunque daba muchas ventajas a priori.
Por eso, más allá de una derrota que no puede discutirse porque Serrano demostró que por algo es una de las mejores y hace siete años que no pierde, lo suyo fue digno de elogio.
Primero porque subió "a ganar" y no "a durar", aceptando cambios de golpes con una boxeadora más fuerte, y después porque en la adversidad de sentirse superada siguió apostando a un golpe salvador que la llevara a una victoria que. de otra manera, hubiera sido imposible.
Una exponente de Villa Gobernador Gálvez con mucho futuro
Se le podrá reprochar que se expuso más de la cuenta pero su coraje y sus ansias de gloria fueron admirables hasta que una combinación de golpes a la línea baja, ya avanzada la pelea, la dejaron sin aire y fue el final. Una lástima porque al menos merecía llegar a la lectura de las tres tarjetas, que por entonces la desfavorecían 80 a 72. algo exagerado.
La derrota no empaña de ninguna manera la carrera de la chica nacida en Villa Gobernador Gálvez, hace 31 años, con una foja ahora de 29 victorias (10 ko), 4 derrotas y 3 empates.
Por el contrario, se ganó el respeto del mundo boxístico y seguramente se le presentarán otras oportunidades internacionales, aunque lo aconsejable es que no intente en categorías mayores a las que habitualmente se maneja.
El boxeo femenino argentino es una potencia a nivel mundial con siete campeonas reinantes en distintos organismos y lo suyo no empañó el concepto, lo enfatizó.
Serrano: multicampeona y noqueadora
Pero para explicar lo bueno que hizo la argentina es imposible no referir a su adversaria. Serrano es una de las boxeadoras top del momento y sus números lo demuestran. Su récord, 40 ganadas (30 ko), 1 derrota y 1 empate, impacta tanto como el hecho de haber sido campeona en siete categorías distintas.
A los 32 años, la nacida en Carolina, Puerto Rico, y afincada en Brooklyn, es dueña de un inigualable palmarés. Fue campeona supermosca OMB, gallo OMB, supergallo OMB y CMB, pluma OMB y CMB, superpluma FIB, ligero OMB y superligero OMB.
Ningún boxeador logró semejante hazaña y sólo se le compara el Golden Boy Oscar de la Hoya, que fue monarca en seis categorías diferentes.
Está invicta desde el 27 de abril de 2012, cuando la sueca Frida Wallberg le ganó en pareja pelea en el Cloetta Center de la ciudad de Linkoping y desde entonces hilvanó 26 triunfos con 21 definiciones antes del límite.
Anoche fue la mejor, sin dudas, y en al peso pluma carece de rivales de jerarquía, como era el caso de Bermúdez. Por eso, quizás, deberá pensar en volver a subir de categoría para toparse con oponentes de cuidado, la belga Delfine Peerson y la irlandesa Katie Taylor la están esperando.