Laudonio había sido internado en enero por una neumonía que desarrolló tras haberse contagiado y permanecía luchando con la enfermedad desde entonces. En Boca era un ícono ya que durante más de dos décadas fue el encargado de darle color y aviso a la salida del plantel al campo de juego.
Cacho llevaba 55 años de casado, tenía tres hijos y era hermano Abel Laudonio, reconocido boxeador que fue medallista olímpico en Roma 1960. En el club de La Ribera estaba desde 1985, cuando entró a trabajar en el control de entradas. Luego, en 1991 pasó a la utilería. El último tiempo se había desempeñado en ese sector en la Reserva del Xeneize.
"Boca Juniors despide con afecto a Oscar Laudonio, colaborador y un personaje entrañable de la vida del club, y acompaña a sus familiares y amigos en este triste momento", lo despidió el club con un mensaje en sus redes sociales.
Su amor y pasión por Boca no fue el único motor en la vida de Laudonio. Su historia también está atravesada por los puños y el ring: desde chico es un gran amante del boxeo. De joven fue pugilista. Empezó a practicar el deporte de manera amateur durante algunos años en el Club Parque Chas, de Villa Urquiza. Ganó varios torneos regionales, peleó en el Luna Park, y se marchó a Europa para seguir elevando su carrera, ya como profesional.