Va, digo, no se mucho de vos, solo se que sos camionero, con la grandeza que eso significa, no por que yo lo sea, si no por que tengo seres queridos, que lo fueron y lo son.

Se que andabas por la Ruta 34, no paseando y si laburando, como tantos otros camioneros como vos, que laburan para que a nosotros no nos falte nada.

Se que te sentiste mal, que pediste ayuda y que ahora, estas internado en el hospital de mi ciudad (no se si todavía lo estas), y que sin saberlo, sin siquiera quererlo, armaste un revuelo sumamente importante, donde en las ultimas horas, en la radio, en la tele, y en el común de la gente, de Sunchales, y de tu propia ciudad, todo el mundo sin conocerte, al igual que yo, habla de vos.

Mira, no me voy a entrar demasiado en el tema, del positivo o el negativo, solo se que, lo que sea, no va a cambiar para nada mi deseo de expresión en decirte, tranquilo hermano, tranquilo, de esta vas a salir, por que sos buen tipo, por que sos camionero, y Dios esta siempre cerca de los buenos tipos y...de los camioneros.

No se si algún día, llegaras a leer esta carta, yo me doy por satisfecho al solo escribirla, pero si no la llegas a leer, me gustaría que, cuando te recuperes, algo que no tengo dudas va a acontecer, alguien te cuente, y te diga que un Sunchalense, ya entrado en canas y en años, que vive en Barrio 9 de Julio, se preocupo por vos, y por los que te están esperando en Villa Ángela.

Ojala, que, algún día, Dios quiera, ese camión que no se que color es, pare en Calle Lainez, se baje un tipo que ni siquiera se quien es, me toque timbre, y al abrir la puerta me diga...Hola, hermano, yo soy el camionero a quien vos le escribiste...DIOS TE BENDIGA Y ACOMPAÑE...HERMANO.