Los países de la OTAN debatían hoy en Bruselas alternativas para acelerar el suministro de armas a Ucrania, antes de que Rusia inicie una nueva ofensiva o tome la delantera en el conflicto, y a pesar de las advertencias del Kremlin de que la ayuda occidental puede traer una guerra aún más dura.
Al llegar para una reunión de ministros y responsables de Defensa de los países del Grupo de Contacto sobre Ucrania, que es liderado por Estados Unidos, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, dijo que es "prioridad" ofrecer a los ucranianos medios para que puedan seguir defendiéndose.
Kiev pide misiles de largo alcance y aviones de combate, pero la OTAN quiere dar la prioridad a las llamadas "entregas útiles", señaló Stoltenberg.
"Nuestra prioridad es garantizar la ayuda con armamento pesado, los sistemas modernos de defensa aérea, sus municiones, todas las demás cosas que necesitamos para garantizar que Ucrania obtenga los sistemas avanzados y modernos que ya se han prometido y que realmente pueden marcar la diferencia en el campo de batalla", dijo.
Paralelamente, el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, dijo que el bloque proporcionará "a los ucranianos los medios para resistir y avanzar" en una contraofensiva en la primera boreal.
Austin insistió en la artillería, la defensa antiaérea y móviles blindados, pero no mencionó los aviones de combate en el suministro de armas.
Todas las decisiones sobre el suministro de armas a Ucrania se toman en este grupo, constituido y presidido por Estados Unidos y del que participan una cincuentena de países.
El ministro de Defensa alemán, Boris Pistorius, dijo que "todos entienden que la cuestión de la defensa aérea y la cuestión del reabastecimiento de municiones son mucho más importantes en este momento que la discusión sobre los aviones de combate".
"El entrenamiento para volar lleva muchos meses", explicó, informó la agencia de noticias AFP.
Ayer, Stoltenberg admitió que Ucrania está actualmente utilizando una cantidad de municiones superior a la capacidad de la OTAN de producirlas, y advirtió que es necesario fortalecer los contratos con las industrias de armas.
De acuerdo con la prensa alemana, esos contratos permitirían la entrega de 300.000 municiones a Ucrania a partir de julio.
El ministro de Defensa ucraniano, Oleksii Reznikov, que se encontraba presente en Bruselas, insistió en Twitter sobre la necesidad de asegurar reservas suficientes de municiones y el mantenimiento de equipos.
Ucrania también pide acceso a aviones caza y misiles de largo alcance, pero el miedo a verse involucrados en un conflicto de alcance imprevisible sirve como un freno a muchos aliados.
Rusia viene sosteniendo que la ayuda que las potencias occidentales están proporcionando a Ucrania sólo prolongarán el conflicto, además de acercar un riesgo de que la guerra escale hasta niveles imprevisibles.
"Consideramos todo esto una provocación abierta de Occidente y un aumento de la apuesta en el conflicto, lo que inevitablemente conducirá a un aumento de las bajas y a una escalada peligrosa", dijo hace poco la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores ruso, Maria Zajarova, al comentar la cumbre de los aliados en la ciudad alemana de Ramstein, donde se ha debatido el envío de carros de combate Leopard a Kiev.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, recibió en París la semana pasada a su homólogo ucraniano, Volodimir Zelenski, y luego de esa reunión dijo que la prioridad debía estar en las entregas de las armas ya prometidas.
"Debemos dar prioridad a las entregas útiles que permitan a los ucranianos resistir y realizar operaciones, en lugar de compromisos que llegarán muy tarde".
En una cumbre de líderes europeos realizada la semana pasada en Bruselas, la primera ministra de Estonia, Kaja Kallas, sugirió que los países del bloque utilicen un mecanismo similar al montado para la compra de vacunas durante la pandemia de coronavirus, con gastos comunes.