El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) admitió las dificultades que está teniendo para procesar los datos del censo 2022 que se realizó en mayo, por lo que tuvieron que retrasar la publicación de los resultados.
Desde el organismo que dirige Marco Lavagna manifestaron que "la evaluación realizada sobre las planillas de conteo rápido concluyó que, por motivos diversos, un porcentaje de habitantes de las viviendas que respondieron el Censo digital no fue incluido y, por lo tanto, no permite reflejar íntegramente los totales preliminares de la población existente en cada una de las jurisdicciones del territorio nacional".
En este escenario, el sitio La Política Online aseguró que por las fallas "apuntan al grupo Mazer", refiriéndose a las empresas que ganaron la licitación para llevar a cabo el proceso censal.
La UTE Kollor-Modoc fue la que se impuso en la puja de empresas para llevar adelante el servicio en cuestión. La empresa no tenía experiencia en la realización de censos ni tampoco en papeles de seguridad.
En este sentido, cabe destacar que Kollor lidera la imprenta Kollor-Press, que imprime lo diarios Página 12 y Ámbito Financiaro. Por su parte, Modoc es una empresa que pertenece a Diego Mazer, "un empresario muy cercano a Scioli y Juan Manzur, con buenos contactos en el albertismo", aseguró el nombrado medio.
Es por eso que afirman que "la falta de antecedentes de estas empresas quedó de manifiesto luego de la realización del censo" ya que "la impresión de las planillas del censo fue tan mala que no lo pueden leer los escáneres de Modoc, por lo que cumplido el plazo de 90 días que prometió el Indec para publicar los datos, aún no se pueden ver los resultados preliminares del censo".
Desde el Indec argumentaron que "Mazer no tuvo problemas en el escaneo de las cédulas censales, un proceso que terminará en octubre". Sumaron además que "la impresión, a cargo de Kollor, se cumplió en tiempo y forma, con la calidad estipulada".
Afirman que la demora tiene que ver con la carga de las "planillas resumen", algo que no tuvieron a cargo ninguna de las dos empresas. La situación, afirman, tiene que ver con que mu8chas familias efectuaron el censo digital y dejaron los códigos para que los copien los censistas. En algunos casos no se cargaron datos con precisión.
"Las irregularidades ya se notaron durante las ofertas de la licitación. Las ofertas promedio rondaban los 6.000 millones y la UTE de Modoc y Kollor ofertó 4.200 millones. En el mercado sospecharon de movida porque sostenían que no había manera de hacer el censo con ese precio", afirma LPO.
Además, también hacen referencia a que la noche siguiente a la jornada del censo, el Indec dio a conocer que en Argentina hay 47.327.407 habitantes. El número llama la atención ahora sabiendo que hubo datos mal cargados.
"El número exacto de habitantes no deja de ser anecdótico ya que cambió al día siguiente del muestreo, pero corren el riesgo de perderse otros datos sensibles para el Estado que podrían marcar el rumbo de las políticas de un gobierno, como la del diseño de una política de viviendas o un sistema de transporte", cierra el informe de La Política Online.