La vicepresidente reapareció públicamente en el medio de la fuerte crisis interna que atraviesa el Frente de Todos, desatada luego de la renuncia de Martín Guzmán.
Cristina Fernández de Kirchner eligió jugar de local y participó este viernes de un acto en El Calafate, Santa Cruz, ciudad donde reside, que sirvió como inauguración del Cine Teatro Municipal y se firmaron varios convenios. Su palabra era muy esperada teniendo en cuenta que esta semana fue particularmente difícil para toda la coalición gobernante.
Es que el sábado pasado mientras CFK hablaba en un acto en Ensenada, el entonces ministro de Economía Martín Guzmán renunció a su cargo, dando lugar así a una fuerte crisis política que acentuó a la vez la crisis económica. Fue tal la magnitud de lo sucedido, que todo el arco frentetodista intervino para que el presidente y su vice vuelvan a hablar sin intermediarios para solucionar el problema.
En este contexto, Cristina Kirchner brindó un discurso más bien conciliador, luego de varias intervenciones en las que aprovechaba para apuntar contra varios funcionarios del gobierno.
En una de sus primeras intervenciones, lanzó: "No voy a revolear a ningún ministro, quedensé todos tranquilos".
En el acto estuvo junto a Alicia Kirchner, gobernadora de Santa Cruz, y recordó que "cuando Alicia asume como ministra acompañando a su hermano (en el 2003) recibe al mes 2 millones de planes jefes y jefas de hogar que le transfiere Tomada, el ministro de trabajo. Una política del presidente Duhalde, que lo hizo bien porque la crisis era espantosa".
En ese contexto lanzó una primera señal contra Martín Guzmán y aseguró que "las políticas sociales se resuelven en el Ministerio de Economía, pero mientras Economía resuelve la macro, la tarea de ir desde Desarrollo Social acomodando a ese universo de hombres y mujeres que por distintas circunstancias quedaron fuera del sector del trabajo acomodándolo a través de políticas que lo vayan empoderando para que cuando la economía vaya creciendo y generando oportunidades tengan ellos los instrumentos y las manos para poder ser absorbidos por esa economía real, esa economía formal".
En ese sentido, aclaró en tono distendido: "No estoy promoviendo a Alicia como ministra de Desarrollo Social, quedensé tranquilos".
A continuación comenzó a abordar la coyuntura política actual y dijo "es importante que en Argentina dejemos de discutir a las personas y comencemos a discutir las políticas".
"En este episodio que hemos vivido donde el pasado día sábado nos enteramos de la intempestiva renuncia del ministro de Economía y esto lo digo por Cristina Fernández de Kichner, creo que fue un inmenso acto de responsabilidad política", dijo apuntando contra el ex ministro de Economía.
En ese sentido agregó que "todos los espacios, los lugares institucionales que he ocupado en toda mi vida ha sido a través del voto popular. Eso me ha generado a mí una idea de responsabilidad política que no es la que merecían por ahí sino la que yo siento que es la que confían en uno".
Además, aseveró que "también fue un acto de desestabilización institucional. Con el mundo como está, el país como está, hacerlo enterar al presidente de su renuncia por Twitter no me parece bien". Y añadió al respecto: "Me parece un gesto de inmensa ingratitud hacia el propio presidente. Este presidente había bancado a ese ministro de Economía como a nadie, enfrentándose con su propia coalición".
"Ustedes saben las diferencias que tengo con el presidente, no lo voy a negar", admitió.
"Cuando fueron las diferencias que tuvimos por las condiciones en las cuales se acordó con el FMI, todo el arco político de la oposición, todo el periodismo, todo el establishment salió a hablar de la racionalidad del ministro de Economía", expresó y repasó: "Ahora mirando el tiempo creo que más que apoyar al ministro era la cosa de enfrentarnos a los que no estábamos de acuerdo y creo que es porque estamos discutiendo políticas y no personas".
Respecto a la cuestión económica, CFK abordó el precio del dólar blue, que cerró este viernes a 273 pesos y generando así una brecha del 115% en comparación al tipo de cambio oficial. La vicepresidente indicó que "cuando no pueden obligarte a devaluar te provocan la brecha. Si no los dejás sacar los dólares que tienen en el país, se comportan como adictos: ‘si no puedo por las buenas te los voy a sacar por las malas’. Y cuando dicen por las malas te estallan el país".
En ese marco, indicó que "hay nueve provincias argentinas que más producen dólares. ¿Adivinen cuál es la que más gasta y no produce nada? La Ciudad Autónoma de Buenos Aires".
En el discurso llamó a un gran acuerdo nacional y dijo que es necesario porque "así el año que viene gane Mandrake el mago, no va a tener solución este problema de Argentina que lo constituye la economía bimonetaria. Si no abordamos esto no hay solución".
Dijo además que al problema "lo observé también durante el gobierno de Macri. Porque si el problema era el intervencionismo del kirchnerismo cuéntenme que pasó en los 4 años de Macri donde eliminaron los derechos de exportación del agro, se eliminó la regulación de la cuenta capital y los capitales entraban y salían libremente, donde se le concedió al sector privado todas y cada una de las demandas que planteaban. Tampoco fue bien".
"Entonces es hora de que nadie se sienta dueño de la verdad ni que tiene la vaca atada", añadió.
"La Patria, el país, merece una discusión en serio de los problemas que tenemos los argentinos en un mundo donde todo tiende a agravarse", insisitó la vicepresidente y completó la idea indicando que "ni yo voy a renunciar a mis ideas, a mis historias, a lo que creo, ni tampoco le voy a pedir a nadie que renuncia a la de ellos, pero tenemos que encontrar un punto de coincidencia en común porque si no no va a haber Argentina para nadie ".
"Debemos autoconvocarnos, no como se autoconvocan otros como violencia, sino autoconvocarnos para una Argentina en paz que presupone una Argentina con paz social", cerró Cristina Fernández de Kirchner luego de unos 40 minutos de discurso, uno de los más cortos del último tiempo.
De esta manera pasó la primera intervención de Cristina Fernández de Kirchner luego de una semana con fuertes tensiones internas en el Frente de Todos debido a su disputa con el presidente Alberto Fernández de Kirchner. Al igual que Máximo Kirchner durante el jueves, CFK brindó un discurso más bien conciliador y sin ataques hacia el Ejecutivo, lo que permite inferir que por el momento bajarán las hostilidades internas en el Frente de Todos.
Cabe recordar que después de mucho tiempo, Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner hablaron por teléfono el sábado pasado luego de un pedido de todos los sectores del Frente de Todos. De esa charla salió el nombre de Silvina Batakis para ocupar el lugar de Guzmán. El miércoles la pareja presidencial y Sergio Massa, representante de la tercera pata importante del Frente de Todos se reunieron en la Quinta de Olivos.
Ahora resta esperar la palabra del presidente Alberto Fernández, que este sábado participará en Tucumán del acto oficial del Día de la Independencia.
Fuente: NA