El juicio oral y público cuenta con la Secretaría de Derechos Humanos y Géneros como querellante. El miércoles 27 continuarán las rondas testimoniales en este proceso de características históricas, siendo el primero en el país en investigar un genocidio sobre pueblos originarios.
Este martes 26, con la Secretaría de Derechos Humanos y Géneros como querellante, continuaron las audiencias en el juicio oral y público por la Masacre de Napalpí, perpetrada hace 98 años por fuerzas de seguridad y agentes paraestatales contra integrantes de los pueblos originarios Qom y Moqoit y criollos chaqueños. En el Auditorio de la Casa de las Culturas de Resistencia, presentaron sus testimonios los familiares de las víctimas directas de este etnocidio juzgado como crimen de lesa humanidad.
En primera instancia, poco después de las 8, se escuchó el relato de David García, Ramona Pinay y Florencio Ruiz, quienes expusieron las vivencias que sus antepasados tuvieron que soportar y cuya herencia fue transmitida de generación en generación.
Todos coincidieron en la persecución realizada por el Estado hacia los pueblos originarios, la falta de políticas en torno a los reclamos laborales que estos pueblos llevaron adelante, como así también en los daños colaterales que sufren hoy por hoy las etnias, como ser la pérdida de sus lenguas maternas.
Entre las declaraciones oídas, García expresó: “Napalpí es algo que siempre quisieron callar y ocultar, pero la realidad es que es algo que nunca dejó de hablarse de forma interna en las comunidades”, reflejando la constante presencia de la necesidad de una reparación integral que tienen estos pueblos.
Así mismo, por otro lado, otro de los testimonios que evidenciaron los atropellos sufridos fue proporcionado por Pinay, quien afirmó que su abuela, víctima y sobreviviente de la masacre, le confió que “las madres prohibieron a sus hijos que hablen en su idioma materno porque si los escuchaban, los niños eran arrebatados y asesinados”, a lo que agregó: “Lo que más le dolió fue perder su identidad”.
Además, los investigadores Mariana Giordano, Graciela Bergallo, junto a la representante de la Fundación Napalpí, Analía Noriega; a través de su trabajo de investigación reconstruyeron cómo funcionó la reducción Napalpí, el contexto histórico de la masacre y de otros hechos similares. Las tres resaltaron los aportes de Juan Chico y remarcaron el rol de los medios de prensa, tanto en la estigmatización como en el intento de denuncia, en menor parte, durante el proceso de reducción.
Seguidamente, las declaraciones de Melitona Enrique, quien fue la última sobreviviente de la Masacre de Napalpí fallecida en el 2008 a los 107 años y de Rosa Chará, quien tenía 11 años cuando sucedió la matanza, fueron presentados vía video. En el registro audiovisual de Melitona, el primer relato documentado respecto a lo sucedido en Napalpí y admitido como prueba en este juicio, la sobreviviente revivió en su lengua natal y con la traducción de su hijo, el escenario del cual tuvo que huir “entre tanta gente muerta”.
Reparación histórica
La subsecretaria de Derechos Humanos, Nayla Bosch, detalló que este tipo de procesos judiciales no solo implican un importante precedente en materia penal, sino que anexan una afectación a la sociedad entera al ser un delito de lesa humanidad. “Este juicio permite una reparación histórica para todo el pueblo chaqueño y sus pueblos originarios, generando un discurso donde ya no se niegue el genocidio y se constituya una identidad provincial inclusiva y con memoria”, sostuvo.
Por su parte, la secretaria de Derechos Humanos y Géneros de la Provincia, Silvana Pérez, aseveró: “Chaqueñas y chaqueños pedimos memoria, verdad y justicia. Seguimos luchando por un país libre, soberano, equitativo e igualitario”.
Esta audiencia, al igual que las siguientes, contó con el acompañamiento de comunidades indígenas y agrupaciones de Derechos Humanos y público en general, convirtiéndose en un hecho histórico para toda la sociedad. También, estudiantes de diferentes instituciones educativas de la provincia, fueron participes de este proceso judicial. En la próxima ronda de testimonios, se espera el acompañamiento de chicas y chicos de la ENS N° 88 "Libertador General Simón Bolívar" y estudiantes de Juan José Castelli.
Mañana, más testimonios y declaraciones
El miércoles 27, nuevamente en la Casa de las Culturas, se reproducirá el testimonio filmado de Felipa Laleqori y declararán los investigadores Pedro Solans, Teresa Artieda, Laura Rosso, Gabriela Barrios, Alejandro Jasinski, Rubén Guillón, Neri Tete Romero y Luciano Sánchez.
Desde la Secretaría de Derechos Humanos y Géneros, recuerdan a la ciudadanía que quienes así lo deseen quedan invitados a seguir la transmisión en vivo de las audiencias a partir de las 8, a través de la cuenta oficial de Youtube de Chaco Gobierno de Todos para garantizar el acceso a esta información a toda la población.
Cabe resaltar que este juicio, el primero en el país en juzgar un etnocidio como crímenes de lesa humanidad, es posible gracias a la articulación de la lucha de las comunidades indígenas, las organizaciones comunitarias, las organizaciones de derechos humanos, la investigación de historiadores como Juan Chico, la Fundación Napalpí, la voluntad y trabajo de la Justicia Federal y una decisión política del Estado provincial de estar a la altura de las circunstancias para dar el acompañamiento merecido.