De acuerdo con los datos publicados por la Secretaría de Finanzas, la deuda pública nacional, en dólares y pesos, crece a un ritmo cada vez más acelerado. Según detalla la nota del portal Infobae, en noviembre de 2021 tuvo un incremento nominal de USD 5.168 millones y ascendió a un total de USD 353.514 millones. Y señala que si se compara con noviembre de 2019, la suba durante la gestión del presidente, Alberto Fernández, fue de USD 40.215 millones.
Los datos oficiales, actualizados al 30 de noviembre pasado, indican que la suba se da por más demanda y colocaciones de bonos en pesos y adelantos transitorios del Banco Central a la Tesorería para cubrir el abultado bache fiscal, más allá de las partidas extraordinarias vinculadas con la irrupción de la crisis sanitaria, entre otros motivos.
El informe elaborado por Ximena Casas y Daniel Sticco, sostiene que parte del discurso del oficialismo está enfocado en los abultados niveles de deuda que se alcanzaron durante el gobierno de Mauricio Macri, sin embargo, evidencia que de la lectura de los datos de la Secretaría de Finanzas surge que esa práctica se mantuvo en los dos primeros años del gobierno de Alberto Fernández.
En cuanto a los números de octubre, el primer ministro de Finanzas de Cambiemos, Alfonso Prat Gay, había destacado que el actual Presidente “subió la deuda USD 35.047 millones en 23 meses, a un ritmo de USD 18.285 millones por año. Es más rápido que los USD 16.000 millones por año de CFK y mucho más rápido que los USD 12.000 millones x año de MM”.
En tanto, según el informe de la Oficina de Presupuesto del Congreso, en noviembre se realizaron tres licitaciones de mercado por $479.410 millones. Se suscribieron en pesos títulos públicos en pesos por $391.075 millones y bonos denominados en dólares (USD linked) por $37.875 millones. Se trató de valores muy superiores a los vencimientos del período, y se fundamentó en la aceleración del gasto en la previa de las elecciones legislativas.
De los datos oficiales se desprende además que incluso la deuda pública continuó creciendo en términos del PBI, del 70,9% que recibió Fernández del gobierno de Macri, subió a 86,2% en 2020; y desaceleró a 72,7% del PBI en 2021, un año que por efecto del atraso cambiaria (la cotización del dólar mayorista aumentó 20 puntos porcentuales menos que la tasa de inflación), se magnificó la medición del PBI en dólares, y posibilitó esa mejora relativa.
“Para determinar cuánto aumentó la deuda durante la gestión de Alberto Fernández cambia mucho qué mes se toma como punto de partida para hacer el cálculo. Si se toma desde noviembre de 2019 a noviembre de 2021 da como resultado USD 40.215 millones. Pero si se toma desde diciembre de 2019 se limita a unos USD 10.000 millones, casi un cuarto del total”, explicó el economista Lucio Garay Méndez, analista de la consultora EcoGo. Entre noviembre de 2019 y diciembre de 2019 el salto fue de USD 313.299 millones a USD 323.065 millones (USD 9.766 millones en un mes).
La base de noviembre de 2019 se explica porque el gobierno anterior finalizó el mandato el 9 de diciembre, y estadísticamente más de las dos terceras partes del movimiento de diciembre respondió a la gestión a cargo del Frente de Todos.
Con todo, hace dos años, al 30 de noviembre de 2019, la deuda pública nacional era de USD 313.299 millones. Un año después, al 30 de noviembre de 2020, pasó a USD 333.254 millones. Mientras que para el 30 de noviembre pasado el número se disparó a USD 353.514 millones.
Algunos economistas suelen quitar de la deuda de la Administración Central la asumida con el Banco Central, porque es un deudor y acreedor en el conjunto del sector público, y por tanto suma cero. Se trata del equivalente a USD 14.744 millones. Aunque, por el contrario, habría que agregar como parte del financiamiento del Estado las obligaciones asumidas por el ente monetario con la colocación de Leliq y Pases, la cual acumuló en el promedio de noviembre último el equivalente a USD 40.622 millones, y un crecimiento en el bienio de USD 24.358 millones.
Con esas sumas y restas, el resultado final de la deuda pública arrojó un incremento neto en el bienio equivalente a USD 52.616 millones, a un ritmo de más de USD 100.000 millones en el período presidencial de 4 años; y en 5,6% del PBI, de una herencia de 75,5% del PBI a 81,1 por ciento.
“Es el mayor ritmo de endeudamiento de la Argentina en la historia. La deuda pública aumentó unos USD 20.000 millones en el primer año de Gobierno de Alberto Fernández y una cifra similar en 2021. Si sigue a este ritmo va a superar los USD 80.000 millones. Lo que pone en evidencia que la Argentina necesita acomodar sus cuentas públicas al margen de lo que pida el FMI”, anticipó el economista Ramiro Castiñera.
“El escenario es peor porque el Banco Central también tomó deuda a un ritmo vertiginoso. Las Leliq aumentaron el equivalente de USD 10.000 millones en 2020 y otros USD 10.000 millones en 2021″, agregó el economista. “Toda esta deuda es contra argentinos porque cualquier no residente argentino no toma deuda argentina por el riesgo de default”, agregó.
Para Castiñeira, la deuda pública es hija del déficit fiscal y el déficit fiscal es hijo de un modelo económico que ya agoniza hace más de una década: “la economía ya no crece, no genera empresas, no genera empleo. No genera futuro. Lo único que crece es la inflación, la pobreza y la deuda”, dijo ante la consulta de Infobae.
El aumento de la deuda pública de la administración nacional también tuvo un incremento muy importante entre octubre y noviembre del año pasado (USD 10.895 millones en dos meses) por varias dinámicas diferentes. “Mientras sigue cerrado el acceso al financiamiento en dólares, el stock de la deuda en dólares con privados se mantiene y va bajando con los organismos internacionales, que se va rolleando (renovación de vencimientos) con desembolsos que están haciendo. La deuda en moneda extranjera se mantiene constante excepto con el Fondo Monetario Internacional”, dijo Garay Méndez.
En el último período del año pasado hubo dos pagos importantes al Fondo Monetario, de USD 1.883 millones en septiembre y de USD 1.854 en diciembre, correspondientes al préstamo Stand-By acordado en 2018.
De esta forma, lo que está haciendo crecer la deuda pública es sobre todo la contraída en pesos. “Al medirlo en dólares, hay que ver la relación con el tipo de cambio. En 2021 la cotización del dólar subió un 30% mientras que la inflación se elevó al 50%. Esa relación hace que la deuda medida en dólares crezca aun más. El endeudamiento se magnifica”, explicó.
El mayor endeudamiento en pesos corresponde a la necesidad del Gobierno de financiar el déficit fiscal, que según las estimaciones de EcoGo cerrará el año en un porcentaje estimado del 3% del PBI. “Son unos $700.000 millones para financiar el déficit a través de instrumentos atados a la inflación y al dólar, que ante la expectativa de devaluación aumentan su demanda. Es una forma de endeudarse en pesos para financiar el déficit”, agregó Garay Méndez.
Para este año, el Gobierno busca llegar, según el Presupuesto 2022, mediante títulos públicos en pesos a los $1.200.000 millones (versus los $700.000 de este año) en línea con bajar el financiamiento vía asistencia del Banco Central, una de las exigencias del FMI.
En noviembre pasado, la Argentina pagó intereses al FMI por USD 387 millones. A partir de ese mes, la tasa de sobrecargos que paga Argentina al FMI se incrementó en 100 puntos básicos, tras cumplirse 36 meses desde que el saldo de deuda supera el 187,5% de la cuota.
El perfil de vencimientos de la deuda con el Fondo, que actualmente tiene un saldo aproximado de USD 42.846 millones, prevé pagos trimestrales de intereses el primer día de febrero, mayo, agosto y noviembre de cada año.