En medio de la polémica por el congelamiento de precios que se impuso a pesar de la falta de acuerdo con los empresarios, la portavoz del Gobierno, Gabriela Cerruti, salió a defender las recién oficializadas restricciones y señaló que la resistencia a la medida sólo proviene de “algunos grupos” que “no querían bajar su nivel de ganancias”, pero aseguró que desde la Nación “seguirán dialogando”.
En una conversación con periodistas acreditados en la Casa Rosada, la flamante vocera de la Presidencia relativizó las voces críticas en el conflicto que tuvo su punto más álgido ayer, cuando la Secretaría de Comercio, que conduce hace pocos días Roberto Feletti, decidió oficializar de manera unilateral retrotraer al 1ro de octubre de los valores en góndola de 1.432 productos. La medida se tomó luego de una reunión que terminó sin acuerdo entre las autoridades del organismo estatal con empresarios del sector de producción y comercialización de alimentos, entre otros productos de consumo masivo afectados por el decreto.
En las primeras horas de la tarde, Cerruti, quien asumió el cargo de portavoz la semana pasada, salió a defender la polémica medida que decidió abrazar la Casa Rosada a un mes de las elecciones para aflojar la presión sobre los bolsillos de los electores. “Había que darle un corte al tema precios en algún momento. Había que sacar la resolución porque la disparada de valores del último mes no tiene ningún sentido, ni político, ni macroeconómico”, lanzó. Y apuntó contra las “situaciones oligopólicas” de empresas que “tienen la fortaleza para fijar precios si el Estado no las controla”.
En esa línea, se enfocó favorablemente sobre los empresarios que aceptaron la propuesta del Gobierno, ayer, y condenó a aquellos que la resisten. “Se llegó a un consenso muy amplio sobre una enorme cantidad de empresas, sólo algunas no entraron en el acuerdo”, dijo la nueva encargada de la comunicación presidencial.
Foto de archivo ilustrativa de un grupo de personas haciendo fila en un supermercado en Buenos Aires Mar 30, 2020. REUTERS/Agustin Marcarian
Con dureza, Cerruti aseguró que las empresas que no quisieron acordar “son las mismas que subieron los precios sin ninguna razón” y cuestionó la falta de respaldo a la medida: “No querían bajar su nivel de ganancias. Estamos hablando del nivel de ganancias de algunos grupos de empresas que se niegan a entrar en un acuerdo generalizado cuando la inflación está creciendo en el mundo y creció la pobreza extrema”, enfatizó.
“No hay ningún componente que explique la estampida de precios de las últimas semanas, porque además no hay variación, ni en el dólar, ni en la situación económica, en los últimos 20 días. Eso empezó un nivel de especulación que debemos detener”, lanzó. “Creemos que si a gente consume más, las empresas van a ganar más”, agregó.
Además, adelantó que el Gobierno trabaja en una serie de “herramientas”, junto con gobernadores e intendentes de jurisdicciones donde la Secretaría tiene delegaciones, para llevar a cabo el controvertido control, impuesto tras el aceleramiento de la inflación en septiembre, cuando el porcentaje mensual alcanzó el 3,5 luego de cinco meses a la baja.
A pesar de los cuestionamientos, agregó que el Gobierno “espera que el resto de las empresas se sumen”. “Nuestro espíritu es dialogar”, prometió.
Esta madrugada, la Nación publicó en el Boletín Oficial el decreto que fija controles de precios en más de 1.400 alimentos y productos de consumo masivo por 90 días, para frenar la inflación, sin apoyo de varios grupos empresariales. La medida provocó bronca en el sector del empresariado que se había mostrado reticente en los últimos días.
Una de las voces más altisonantes fue la del presidente de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC), Mario Grinman, quien consideró que la nueva normativa provocará “desabastecimiento”. “Cuando a un productor se le termine el producto que ya tiene fabricado, si eso le provoca pérdida, no lo va a volver a fabricar, no hay manera”, sostuvo el empresario en diálogo con radio LT9, y agregó que este tipo de medidas “nunca funcionó”. “Es una aspirina que calma el dolor de una enfermedad muy difícil de manera momentánea”, comparó.
El nuevo jefe de Comercio Interior, Feletti, acusó a Grinman de proferir una “amenaza” con su predicción sobre futuros faltantes de productos debido a la medida del gobierno nacional. “Ni amenazas a los argentinos y argentinas ni desabastecimiento (...). Venimos de un tiempo muy duro y estamos tratando de salir adelante poniendo todos un poquito para que la Argentina se vuelva, definitivamente, social y económicamente sostenible”, señaló el funcionario.
Esta tarde, la vocera de la Presidencia dijo que el Gobierno “no cree” que vaya a haber desabastecimiento. “Hay que llevar serenidad. Estamos respondiendo a lo que le pasa a la gente todos los días”, sostuvo.