El hijo de Adrián Suar y Araceli González dio a conocer su historia en el programa Podemos Hablar.
Toto Kirzner, el hijo de Adrián Suar y Araceli González, participó como invitado del programa Podemos Hablar, conducido por Andy Kusnetzoff, donde sorprendió a todos al contar que fue abusado sexualmente, en dos oportunidades, cuando tenía siete años, por una persona de su barrio.
Durante el segmento del programa en que aparece una especie de fogata y los invitados se acercan a quemar algo de su pasado figurativamente, el joven de 23 años contó que le diría a "ese Toto de siete años que no hace falta ir a ver a tu amigo, mañana lo podes ir a ver”.
Luego, detalló: "No sé ni cómo se cuenta, no sé ni como se anuncia. Fui abusado dos veces a mis siete años”, dijo al momento que aclaraba que su familia ya estaba al tanto de la situación.
"Yo quería ir a la casa de mi amigo y tenía 7 años. Yo vivía en zona norte y nosotros habíamos alquilado una casa, antes de tener la casa en la que mi vieja vive, habíamos alquilado una casa donde estaba laburando una persona. Yo no la había visto tanto”, rememoró el episodio más difícil que le tocó.
"Yo estaba empecinado en llegar a la casa de mi amigo y cuando llegó me lo encuentro a él. Lo había visto en un par de oportunidades. Él estaba con un rastrillo, yo estaba del lado de la calle. Me empezó a hablar y en un momento de la charla, no me preguntes por qué y lo hablo con el psicólogo y no sé qué es, se empezó a oscurecer todo. Había algo raro”, relató.
“Yo soy una persona bastante intuitiva y, no sé por qué, me quería ir. Me empecé a alejar y cuando empieza a hacer eso, él lo nota… Tampoco voy a entrar en detalles porque me parece horroroso y no hay necesidad. Finalmente, ocurrió”, aseveró.
"EL TIPO IBA A LOS LUGARES QUE YO FRECUENTABA, LO SALUDABAN DICIÉNDOLE ‘KIKE’ Y YO ESTABA AHÍ. ERA UN PSICÓPATA".
“Me fui corriendo, llorando y no sabía a quién decirle. Después al tipo no lo volví a ver y después volvió. Así que todo ese año en el lugar que vivía resultó ser una pesadilla. Me seguía. Hasta que pasó una segunda vez y después nunca más”, contó.
Por último, contó que cuando se enteraron sus padres, se unieron para hacer algo al respecto pero, fue él mismo quien prefirió no actuar. “Ya está qué voy a hacer, ya está. Es algo que ya pasó. No me arruinó la vida”, cerró.
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