Es hija de un pastor evangélico y contó el infierno que vivió: “Pedofilia, violencia y manipulación”
“Mi papá tenía una vida idéntica a la del pastor de la serie”, dijo en referencia a la ficción de Netflix El Reino.
"Durante los primeros 18 años de mi vida estuve sumergida en una familia pastoral". Así comienza el contundente hilo de Twitter que escribió la usuaria Karen Lasca y rápidamente arrasó en la red social. En su impactante testimonio, contó detalles de lo que fue crecer en ese contexto y destacó la similitud entre lo que vivió en su infancia y lo que se ve en la nueva serie de Netflix "El Reino".
La joven dijo que es hija de un “carismático” pastor evangélico y aseguró que la aparición de la serie le ayudó a salir a contar una parte de lo que fueron su infancia y adolescencia.
Explicó que no tuvo la oportunidad de elegir en la cuestión religiosa y espiritual: "No es algo que se pueda cuestionar y hasta llegas a un punto de sentirte mal por no entender lo que significa vivir en Dios".
A su vez añadió que estaba muy aislada y que no "concebía" que las familias no fueran como la de ella: "Durante esos años mis fines de semana fueron ir a la iglesia todos los días. Toda la familia vivía por y para la iglesia. Todo giraba en torno a eso".
Sin embargo la iglesia nunca fue un lugar de refugio para ella, por el contrario todo era presión: "Siempre estuve exigida por ser la hija mayor, por tener que ser correcta y hacer lo que se esperaba de mi. Nunca tuve permiso de ser una adolescente común y errar como cualquiera. Los ojos de toda la iglesia estaban sobre mi. Sobre mi flia entera".
"Amoldaban mi cabeza con prejuicios hacia el exterior, hacia cómo vivía el resto. Ellos estaban perdidos, nosotros veíamos algo que ellos no. La música, la manera de divertirse, no ir a la iglesia, todo era el diablo manifestándose. Y eso me podía contaminar".
Cariñosos hacia afuera, oscuros en la intimidad
En su hilo publicado el 23 de agosto, que ya cuenta con 40 mil likes, Karen contó lo que era su familia una vez que las puertas de la Iglesia se cerraban: "Para la sociedad éramos lo que todos querían tener. Mis padres se mostraban cariñosos, comprensivos. Muchas veces escuché la admiración de las personas sobre el ejemplo de padres que tenía. Pero la realidad era muy distinta".
"La situación de mi papá, el pastor ejemplar, era idéntica a la del pastor de la serie", expresó en relación al personaje encarnado por Diego Peretti. "Un hombre que para la sociedad era ejemplar, pero puertas adentro dejaba mucho que desear. Pedofilia, violencia física y verbal, manipulación, algunas de las cosas que tuve que vivir".
"Me obligaron a mentir, a callarme y a silenciar todo el infierno, porque la Iglesia y la congregación no tenían la culpa, y Dios, usaba a mi papá aunque él fuera una persona horrible. Fueron años enteros de momentos totalmente incoherentes con lo que todos veían".
El quiebre
Karen luego contó que, harta de esa vida, buscó escapar en cuanto pudo: "A los 18 años tuve la oportunidad de salir de mi casa, y mudarme a otra ciudad. El alivio y el proceso de recuperación arrancaron ahí".
"Todavía hay cosas que cuestan, recuerdos de momentos realmente dolorosos. Y yo solo puedo decir que nunca creí en ese Dios del que me hablaban, porque realmente no entendía cómo era posible que ese Dios permita tanto daño a toda una flia".
Un monstruo que hablaba de Dios
"Nunca compré el falso perdón y las promesas de mi papá después de cada golpe que nos daba. No creía que Dios usara a un hombre que estaba tan perdido. Mi mamá me pedía que ore para que él cambiara, y mucho tiempo pensé que no sabía orar porque eso nunca pasó", contó la joven en su descargo viral.
"Política, sed de poder, de controlar, de manipular, era diario. Subirse a un escenario y dar testimonios y palabras que lograban que muchas personas cayeran desconsoladamente al suelo pidiendo perdón a Dios. Fue todo muy real", añadió al recordar a su padre.
Luego, Karen aseguró que la ficción la marcó: "Esta serie está cuestionando la imagen de una parte de la sociedad que se siente intachable e intocable, solo por creer en un Dios que según ellos es el único. Y yo la aplaudo, porque aunque metan mucha magia y ficción, lograron que yo, con 30 años pueda ser valiente".
"Y de una manera desordenada y espontánea, comparta una ínfima parte de mi historia. Que fue horrible, pero me enseñó a elegir a muy temprana edad. Y me agradezco el haberme elegido y darme una oportunidad de vivir en libertad".
"Pasa de todo"
"Respecto a la realidad que se vive en las iglesias evangélicas, la joven aseguró que todo es una gran mentira: "La religión no tiene que ver con la espiritualidad. Y en las iglesias, no está la verdad absoluta. El ser humano es capaz de cosas terribles, y en las iglesias evangélicas pasa DE TODO. Es hora que ese curro también se caiga".
"Las iglesias evangélicas envenenan con su mensaje de odio hacia los gays, los distintos, los que eligen vivir de otra manera. Llenan de disciplina la cabeza de la gente con un estilo de vida sectario. La censura la deberían de tener ellos".
Por último, explicó que sintió la obligación de contar lo que sufrió en su infancia y adolescencia: "Me veo en responsabilidad de exponer lo que en carne propia padecí, y porque ante tanto hate y desconocimiento, siempre está bueno basarse en las experiencias y vivencias de algún conocido".
Y cerró con importantes aclaraciones sobre lo que pasaba en el interior de la familia: "No fui víctima de abuso sexual. Sí lo fue un familiar cercano con quien compartíamos techo. Pero la preferencia era por el sexo masculino. 2- No quiero ni busco que me evangelicen o compadezcan desde el amor de Dios".
Fuente: Clarín
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