El gobernador y el jefe de Gabinete de la Nación analizaron las medidas que se tomarán en la provincia a partir de la decisión del presidente Alberto Fernández de declarar el “Estado de Emergencia Hídrica” por un lapso de 180 días y crear un Fondo de Emergencia Hídrica de $1.000 millones para la asistencia a las localidades afectadas por la bajante.
El gobernador Jorge Capitanich mantuvo este viernes una videoconferencia con el jefe de Gabinete de la Nación, Santiago Cafiero, para tratar en conjunto las acciones a seguir ante la crisis hídrica provocada por la bajada histórica del río Paraná. “En una crisis de este tipo, creemos que es muy necesario pensar los posibles escenarios y realizar un monitoreo permanente. Habrá dificultades, pero también un gran compromiso para sacar adelante esta situación”, sostuvo.
El mandatario describió que durante la reunión, en la que también estuvieron presentes los gobernadores de Entre Ríos, Gustavo Bordet, y de Santa Fe, Omar Perotti, “estudiamos los pronósticos de comportamiento del caudal del río y hemos planteado una serie de estrategias para resolver problemas”.
Cabe recordar que Chaco adhirió a la declaración de emergencia hídrica mediante el Decreto N°1680/2021 en consonancia con el Decreto Nacional N° 482/2021 firmado por el presidente de la Nación.
Esta adhesión se debe a la extraordinaria bajante que presentan los ríos y afectan el abastecimiento de agua potable, la navegación, operaciones portuarias, generación de energía hidroeléctrica y actividades económicas vinculadas a la explotación de la cuenca del Río Paraná.
La bajante del Paraná es la más crítica de los últimos 77 años, y se prevé la afectación sobre el abastecimiento y calidad del agua potable, la navegación y operaciones de puerto, el ecosistema y la generación de energía hidroeléctrica en las provincias integrantes de la cuenca. Por eso, el presidente Alberto Fernández firmó el Decreto 482/2021 que declaró el “Estado de Emergencia Hídrica” por un lapso de 180 días, a efectos de generar un marco normativo que permita afrontar herramientas que permitan gestionar la situación.
En este contexto, el Consejo Nacional, presidido por el Jefe de Gabinete de Ministros, desempeña un rol rector y cuenta con participación de las provincias para la toma de decisiones. En consecuencia, se ha dispuesto una mesa de trabajo y se pusieron en marcha los procedimientos que establece el Sistema Nacional de Gestión Integral del Riesgo (SINAGIR) para contener las consecuencias en Formosa, Chaco, Corrientes, Santa Fe, Entre Ríos, Buenos Aires y Misiones.
Para prevenir otras situaciones críticas a lo largo de los ríos Paraná, Iguazú y Paraguay, el Gobierno nacional creó un Fondo de Emergencia Hídrica de $1.000 millones para la asistencia a las localidades afectadas. Además, se ha conformado un equipo de expertos hidráulicos para asistir técnicamente a las provincias más afectadas por la bajante, entre las que se encuentra el Chaco.
Esta asignación de emergencia se da a los efectos de financiar obras y acciones necesarias para mitigar el impacto, constituyendo en el corto plazo la habilitación de nuevas cisternas, bombas y camiones para traslado de agua. También se prevé la construcción de muelles (pontones flotantes), provisión de energía y alquiler de dragas en varios puntos del interior provincial.
En este punto, Capitanich hizo hincapié en que se solicitaron “tres camiones cisterna para garantizar el abastecimiento de agua, seis plantas móviles de osmosis inversa, 10 tanques para el traslado de agua y plantas móviles de tratamiento superficial”.
Por último, este viernes se produjo en nuestro territorio el registro mínimo de agosto (0,20 metros), lo cual impacta en el promedio mensual que actualmente se sostiene en 0,31 metros. Para dimensionar la situación, en 1944 el promedio fue de 0,11 metros, mientras que en 1925 y 1970 llegó a 0,12 metros.