El titular del Consejo Hídrico Federal, Gustavo DAlessandro detalló las acciones implementadas por la Nación y las provincias para garantizar mitigar los efectos del fenómeno pero reiteró el llamado a hacer un uso racional de los recursos. "Estamos exclusivamente en manos de la naturaleza", aseguró.
Representantes provinciales viajaron a principios de la semana a Buenos Aires para analizar la situación junto a las autoridades del Ministerio del Interior y la Jefatura del Gabinete de Ministros. "Hemos logrado que se conforme un fondo de 1000 millones de pesos para comprar equipamientos que aseguren el suministro de agua; basados en informes del INA y del Cohife; a través de este trabajo vamos a impulsar la adquisición de bombas flotantes, grupos electrógenos y sistemas de cañerías que nos permitan sostener la producción de agua potable", puntualizó.
Por estas horas, se estudian los informes realizados por Sameep en cada uno de los acueductos, para delinear las estrategias de acción en el territorio que permitan que el agua llegue para su posterior potabilización. La Nación responderá en el plazo más corto posible e irá canalizando la ayuda para cada una de las provincias. DAlessandro apuntó que la bajante tiene un fuerte impacto en la transitabilidad por el río y, de hecho, el puerto de Barranqueras se encuentra "prácticamente sin operar". "Esto genera inconvenientes también en la producción ictícola, con las vedas que corresponden en cada una de las provincias, y en el transporte de combustible por barcazas; pero lo importante es que tenemos un Estado activo que se está ocupando de este tema previendo las acciones a desarrollar para enfrentar los inconvenientes", planteó.
Cuidar los recursos
El presidente del Consejo Hídrico Federal descartó que la situación actual pueda resolverse con la apertura de compuertas de las represas brasileñas o argentinas. "En estos momentos, estamos dependiendo pura y exclusivamente de la naturaleza y lo que debe hacer el hombre es acompañar este proceso en el cuidado del ambiente y el uso racional de los recursos", advirtió.
En este marco, DAlessandro indicó que la situación se resuelve con lluvias pero no están previstas y apuntó que, incluso, "si las represas no estuvieran, el panorama podría ser aún peor". "Si toda la cuenca del Paraná no hubiese estado regulada con los embalses, la situación podría ser más crítica; hoy están al 30 o 40% y eso nos permite generar energía y tener agua para potabilizar", añadió.