El base de los Denver Nuggets fue la gran figura en el triunfo de su equipo por 114-106 en el juego 3 de las finales de la Conferencia del Oeste.
Pasó una nueva jornada de los playoffs de la NBA en la burbuja de Orlando que mostró como Jamal Murray se está convirtiendo, paso a paso, en una nueva estrella de la mejor liga del mundo del básquet. Así lo confirmó después de completar una brillante actuación en el tercer partido de las finales de la Conferencia Oeste que quedó para los Denver Nuggets por 114-106 ante Los Ángeles Lakers de LeBron James.
El escenario en la previa era complicado para el equipo que dirige Michael Malone: con desventaja de 0-2, era decisivo para Denver lograr un triunfo y lo consiguió de la mano de sus dos figuras. El serbio Nikola Jokic sumó 22 puntos, 10 rebotes y 5 asistencias, pero fue Murray el gran protagonista en el cierre del partido. Con tres apariciones clave en un minuto de juego en el final, el número 27 de los Nuggets se puso la capa y fue el héroe en la primera victoria para la franquicia en la serie contra el conjunto angelino.
Después de desaprovechar una diferencia a favor de 20 puntos, Jamal se hizo dueño del balón y metió un triple importantísimo en la cara de Alex Caruso. En la siguiente ofensiva, el base de 23 años surgido de la Universidad de Kentucky volvió a tomar la pelota y penetró para intentar sumar dos puntos, pero frente a la férrea defensa que le presentaron los Lakers, aprovechó para acaparar toda la atención y le dio un pase genial a Milsap, que sumó dos puntos para los Nuggets. Cuando restaban menos de 60 segundos para el cierre y con ventaja de nueve puntos (108-99), el canadiense esperó hasta el final de la posesión de Denver y, a casi 9 metros del aro y con el gigante Antonhy Davis enfrente, anotó un kilométrico disparo de tres puntos que sentenció el duelo.
Murray fue el más valioso del partido: terminó con 28 puntos, con una alta eficacia en tiros de campo -acabó con 10 de 17 y un 4-8 en triples- y repartió 12 asistencias y tomó 8 rebotes. Al finalizar el encuentro, la figura en el triunfo de Denver habló con la prensa y dijo: “Trato de ser agresivo. Ser agresivo con mi tiro, atacando el aro. Ser agresivo para mis compañeros, para que sepan lo que estoy haciendo. Lo más importante es la energía que traigo”, dijo el jugador de 1.93 metros.
“Cuando sos un líder vocal, empujando a todos, te suelen seguir. Es lindo ver a mis compañeros divertirse como hoy. Estoy contento con la victoria y ojalá lo podamos mantenernos”, agregó Murray.
Más allá de ser el mejor de la cancha, Murray también fue protagonista de la polémica del duelo frente a los Lakers. En el tercer cuarto del juego, en plena defensa, Jamal le conectó un codazo a LeBron James, que terminó tendido en el suelo. Tras varios segundos en el parquet, el 23 de LA se levantó y se tomó la cara. Los árbitros vieron la repetición de la jugada y la declararon como flagrante 1.
Otro de los que conversó con los medios en Orlando fue el entrenador de los Nuggets. Malone aprovechó la ocasión y se deshizo en elogios al referirse a una de sus estrellas. “Creo que realmente ha mejorado. Cuando miras estas tres series que hemos jugado, realmente está empezando a recibir el respeto de los otros equipos. Están armando planes de juego para él, doble marcándolo, defendiéndolo de distintas formas”, remarcó el coach. Y agregó: “diría que Jamal es un jugador completo. No es solo un anotador. Es un playmaker, puede rebotear para su posición y estos 16 o 17 partidos de Playoffs son lo mejor que lo vi defender”.
Después de sus actuaciones en las series frente a Utah Jazz, Los Ángeles Clippers y los primeros tres juegos frente a los Lakers, los números de Jamal Murray confirman su condición de estrella de la NBA. Promedia más de 26 puntos, 6 asistencias y 5 rebotes con más de un 50 por ciento de efectividad en la cancha y un sorprendente 47.7% en tiros de tres puntos.