Tras la sanción de la ley 3196-G, entraron en vigencia nuevas pautas para el acompañamiento en el momento final de la vida. Se trata de humanizar la asistencia, garantizar la despedida de familiares o entornos afectivos de la persona y contribuir al desarrollo de un duelo menos traumático. Los destinatarios son pacientes internados en el Hospital Perrando.
Desde el inicio de la pandemia de coronavirus, uno de los temas mas álgidos del debate se generó en torno a las condiciones impuestas por los protocolos de actuación para el acompañamiento de pacientes. Si bien los intercambios se mantuvieron durante un tiempo en ámbitos especializados y específicos, el "Caso Solange", la joven cordobesa que falleció sin poder ser despedida por su padre quien no se pudo trasladar desde Neuquén, ubicó al tema en el centro de la escena y, de hecho, generó algunas respuestas que comienzan a zanjar la cuestión.
El Chaco avanza por ese camino. De hecho, la sanción de la ley 3169-G, durante la última sesión extraordinaria de la Cámara de Diputados de la provincia puso en vigencia el Protocolo de "Acompañamiento familiar a los pacientes en situación de los últimos días en el contexto de la Pandemia por COVID-19", elaborado por el Servicio de Cuidados Paliativos del Hospital Perrando, establecido por la Resolución N° 1468 del Ministerio de Salud Pública.
"No debemos olvidar que morir forma parte de la vida, y es un derecho humano recibir acompñamiento de un referente activo (sea este familiar,amigo, o vecino) en esos momentos vitales; tener la posibilidad de hacer el cierre biográfico acompañados y no en soledad", argumentan los especialistas que redactaron el nuevo protocolo.
Cabe aclarar que los destinatarios son los pacientes internados en el Hospital Perrando en quienes se sospecha terminalidad, últimos días de vida, luego de evaluación clínica y/o situación de agonía, sea por la presencia de enfermedad crónica avanzada, progresiva e incurable o por una complicación grave secundaria a infección por COVID-19.
En este caso particular, se permite la visita de un familiar o referente activo. El tiempo de permanencia en la habitación será variable según la condición clínica del paciente y la necesidad de realizarle intervenciones u otras variables; todo con un plazo máximo de dos horas.
Los horarios de visita son de lunes a domingo, de 9 a 11 y de 15 a 17, y se podrán realizar dos por semana, pudiendo ser personas diferentes en distintos momentos. El visitante deberá ser mayor de edad, sin factores de riesgo como HTA, neumopatías, cardiopatías o inmunoisupresión; y no pasar los 60 años de edad.
Tras valorar la situación del paciente, el médico informará a la familia o persona designada el inicio de esta etapa detallando el procedimiento a seguir y los riesgos de la visita.
Los familiares o referentes serán capacitados sobre las medidas de bioseguridad y firmarán un consentimiento informado luego de que se le expliquen los riesgos de ingreso a la Unidad Covid.
La persona que ingrese recibirá el atuendo específico para el ingreso, y posteriormente a la visita deberá comprometerse a realizar un automonitoreo e informar a las autoridades de Epidemiología ante la presencia de síntomas compatibles con COVID-19, además de evitar la circulación social durante 14 días.
En los servicios de Oncología, Clínica, Cirujía, Unidad de Terapia Intensiva, Guardia o Emergencia; se permitirán hasta dos familiares o referentes activos si las condiciones permiten el distanciamiento social. El tiempo de permanencia estipulado es de dos horas en cada turno de visita, que van de lunes a domingo de 9 a 11 y de 15 a 17 horas.
Cada servicio podrá considerar como excepcional el ingreso de menores de edad o de personas mayores de 60 años, extremando los cuidados de bioseguridad y garantizando el cuidado psico-emocional.
El médico informará a la familia o persona designada del inicio de esta estapa y ofrecerá la posibilidad de acompañar o despedir al paciente. Se dará prioridad a las voluntades anticipadas y si no lo hubiese hecho, se propondrá a la persona en cuestion a realizarla. De no poder realizarla, la decisión será de la familia o referente que acuda.
El familiar o referente podrá acompañar a su ser querido mientras dure la internación, si fuera posible. Al finalizar la misma, el visitante deberá guardar aislamiento obligatorio por 14 días y avisar a las autoridades de vigilancia epidemiológica en caso de presentaar síntomas compatibles con COVID-19.