Llega Enrique Soto, un abogado y docente, oriundo de La Leonesa, con gran capacidad de consenso político dentro y fuera del Ministerio de Educación, con estrechos vínculos con el ala gremialista y además con la gran experiencia de un pasado militante de haber recorrido cada una de las localidades de la provincia del Chaco, algo en lo que quedaba más que expuesta la actual Ministra Daniela Torrente a quien puede destacarse su paso por los cargos universitarios pero si es más que concreto su escaso dominio territorial de toda la provincia donde, a pesar de la pandemia, todavía no ha sabido llegar con su mensaje y mucho menos con su empatía, al menos por ahora.
La renunciante -que regresará al cargo de Directora del Nivel Primario del Colegio Normal de Resistencia- es la docente Lilian Benitez, quien en los primeros meses se ganó la estrecha confianza de la Ministra, tanto que hasta la representó en las últimas reuniones y videoconferencias que se hicieron con el actual Ministro de Educación de Nación, Nicolás Trotta, pero indudablemente el cambio se debería a la necesidad de buscar una salida más política a los conflictos que han generado las últimas medidas tomadas para poder recuperar las clases perdidas con el sistema de clases virtuales, que sin el acompañamiento en la capacitación y en inversión docente en equipamiento y por supuesto en conectividad, hasta el momento ha generado una mayor profundidad de las desigualdades educativas y una apatía generalizada sobre todo en el interior de la provincia quienes en las últimas semanas vienen cuestionando duramente las políticas educativas de carácter centralista que se plantean desde la capital chaqueña, que sigue teniendo una mirada centro-dependiente, tal como se cuestiona desde Chaco a Buenos Aires, “es imposible poder federalizar, si nosotros mismos no lo pensamos así y mucho menos de los lugares donde se toman las decisiones”, aseguró una alta fuente de confianza de una de las Regionales Educativas distante a más de 200 kilómetros de Resistencia.