Conocido como el patrono de las causas urgentes, es uno de los santos más convocantes.
Se trató de un comandante de las legiones romanas que tuvo a su cargo miles de soldados y sirvió al emperador Diocleciano entre los siglos III y IV.
Cuenta la historia que un día del año 303 tuvo la revelación de que debía ser cristiano, algo que era penado con la muerte. Pese a esto, su convicción era fuerte y estaba determinado a hacerlo.
En ese momento, el diablo se le apareció en la forma de un cuervo y le dijo: "Cras, cras, cras", que en latín significa "mañana". Sin embargo, el santo no aceptó esta dilación y, con un furioso impulso, aplastó al animal mientras respondía: "Hodie, hodie, hodie", es decir, "hoy", una palabra que suele aparecer en la cruz que el romano carga en sus representaciones. Por no haber postergado su conversión, se lo considera el patrono de las causas urgentes.
Las autoridades romanas lo declararon culpable de practicar el cristianismo y, luego de varios días de interrogatorio, ejecutaron al santo el 19 de abril del año 303 en la ciudad de Melitene.
Oraciones a San Expedito
Existen dos formas de acercar un pedido al santo: se puede rezar la oración completa en su honor y allí especificar lo que se necesita con urgencia; por otra parte, existe una oración que se distribuye en tres jornadas diferentes y que se suele utilizar para una extrema y urgente necesidad.
Oración completa
Soberano San Expedito,
El socorrista por excelencia de las causas justas y urgentes,
Intercede en mi nombre frente al Dios padre todopoderoso,
para que me auxilie en estos momentos de desesperación
y angustia solemne.
Soberano San Expedito,
tú que eres el guerrero santo, el fiel servidor de Dios.
Tú que eres el Santo de los afligidos,
El Santo de los casos urgentes;
dame de tu protección, auxíliame,
dame de tus virtudes y fortaléceme con
coraje, valentía, calma, serenidad y fuerza.
Atiende mi suplica
(Realiza tu petición con fe).
Soberano San Expedito,
ayúdame a superar estas complicadas circunstancias.
Cuídame de toda amenaza, de todo peligro,
de personas y espíritus que busquen dañarme,
cuida a mi familia, amigos y hermanos.
Atiende mi suplica prontamente.
Trae a mi ser y mi hogar nuevamente la paz,
que un día nos dio tranquilidad para vivir.
¡Soberano San Expedito!
Te doy gracias eternamente, siempre te alabaré
y esparciré tu nombre entre todos los que desean alguien como tú,
un santo que oiga y atienda con urgencia.
Amén.
Oración en tres días
Primer día
De mis ojos salen lágrimas, en mi rostro se ve la angustia y desilusión, mi alma suplica de tu ayuda, no tengo más fuerzas para seguir adelante.
Acudo a vos San Expedito, te ruego que me quites este dolor lo más pronto posible, confío en vos plenamente, hacé que mi corazón se llene de esperanza y fe, y siempre siga por el camino del bien. Sé que vos siempre me protegés y me guias. Amén.
Segundo día
Hoy es un día muy gris, no alcanzo a ver con claridad, mis enemigos me acechan, quieren lastimarme sin piedad.
Por eso hoy recurro a vos San Expedito, ya no puedo con este peso que cargo, la traición, la falsedad, la falta de tolerancia que hay en estos momentos en mi vida, no dejan que pueda avanzar, pero si vos, San Expedito, estás a mi lado, nada de esto puede lastimarme, ni frenarme.
Cubrime y protegeme de todos mis enemigos, que solo quieren lastimarme. Dame tu protección de forma urgente. Amén.
Tercer día
Tu coraje se puede sentir, San Expedito, por eso Dios te eligió como su servidor, ningún mal puede con vos.
Vos sos más fuerte que cualquier huracán, saliste victorioso de las más duras tormentas, y entre los más inhumanos y despiadados hombres, acabaste con la maldad y el odio, lograste hacer florecer el amor en las almas más despiadadas y frías, porque solo vos, San Expedito, podés con todo.
Y con vos a mi lado cualquier cosa es posible, glorioso San Expedito, rogá por mi, por mi familia y por la paz mundial. Amén.
Al finalizar, se recomienda rezar un Padre Nuestro y un Ave María.